En la vida y en la historia humana entran los Salmos, canciones y oraciones, historia de fiesta y de dolor, esperanza y grito dicho al rostro de las Naciones, de Dios y de la Humanidad. Todos decimos las mismas palabras de sed, de gratitud, de vida y presencia. ¡Qué misericordia tan grande está junto a nosotros, que nos alienta y nos sostiene! Bendito por siempre el Señor Jesús. ¡Todo ser que respira bendiga al Señor por siempre!